sábado, 8 de octubre de 2016

Déjate la nariz quieta.

Imagen de pixabay.com
"Cierra la boca que no es tiempo de moscas."
"Tiene manía en la nariz"
"Acuestate boca abajo para que no ronques"

¿Cuántas veces hemos escuchado a un adulto decirle algo similar a algún niño? Hay ocasiones en que el motivo por el que consultan al pediatra es pedir remisión a psicología para que "le quiten la maña" de hurgarse la nariz, sonársela o permanecer con la boca abierta mientras mastican, otras veces durante un control de rutina cuando el pediatra al encontrar al examen físico signos de rinitis alérgica o hipertrofia de adenoideos pregunta por alguno de estos síntomas es que los padres caen en cuenta que no son "ganas de molestar" de la niña sino la manifestación de una o varias enfermedades que de no controlarse de forma adecuada pueden tener repercusiones tan serias como mayor frecuencia de  infecciones del tracto respiratorio (sinusitis, otitis, bronquitis, neumonía), alteraciones en la mordida, dificultad para conciliar el sueño, mal desempeño escolar, deformidad de los maxilares, hiperactividad entre muchas otras.

Es por eso que si el niño presenta alguno de estos síntomas es necesario consultar a su pediatra:
- Moco transparente
- Estornudos
- Ojos rojos
- Rasquiña en la nariz
- Ojeras
- Una "arruga" en los parpados inferiores
- Ronquido
- Respiración por la boca
- Resfriados frecuentes
- Sangrado nasal

Ya que es probable que la niña tenga rinitis alérgica (RA) y/o hipertrofia de adenoides (HA), y necesite tratamiento controlador con uno o varios medicamentos además del cumplimiento de una serie de recomendaciones ambientales, para así evitar complicaciones como las que ya he mencionado y en el caso de la RA buscar si hay asociación con asma, conjuntivitis o dermatitis atópica que pueden encontrarse hasta en la mitad de los niños con este diagnostico e iniciar el manejo requerido.

Así que no más palmadas cada vez que se lleva la mano a la nariz, es mejor apartarle una cita con su pediatra.