martes, 19 de mayo de 2015

¿Por qué tan rápido al pediatra?

Imagen de pixabay.com
Nacer implica muchos ajustes en la vida del recién nacido, por lo que debe atravesar múltiples procesos fisiológicos que le permitan crecer bien y tranquilo. Antes (hace ya muchos años) tanto la madre como el hijo duraban varios días hospitalizados, más aún cuando había sido un parto por cesárea, ahora a duras penas se completan 18 horas de observación tras el nacimiento. En ése periodo de tiempo se pueden presentar manifestaciones clínicas de varias enfermedades pero de otras aún faltan unas 30 horas para que empiecen a aparecer.
Es por eso, entre otras cosas, que al tercer día de vida la bebé debe ir a su primer control pediátrico en compañía de ambos padres idealmente, pero si va a faltar alguno que no sea la madre (a menos que esté hospitalizada, el hecho de haberlo tenido por cesárea no es razón para faltar a esa cita).

¿Por qué?

Porque el pediatra necesita tener todo el conocimiento posible sobre los antecedentes maternos, como fue el embarazo, el nacimiento y como han sido esos 3 primeros días, esta información detallada la conoce la mamá mejor que nadie (hay excepciones lo se), pero además porque DEBE verificar la lactancia, y esto no puede hacerlo con nadie distinto.

Nos hacen ir tan temprano para preguntarnos un montón de cosas y ver si come, es decir: sí todo fue normal y come bien ¿por qué tanto afán?

Porque además la pediatra DEBE examinar al bebé sin ropa, de la cabeza a los pies, por delante y por detrás, para chequear por lo menos estas cosas:


  • Temperatura: toda fiebre es enfermedad grave en el recién nacido, la frialdad también puede ser signo de enfermedad.
  • Color de piel: rosado, rojo, azul, amarillo, cada uno significa algo diferente y pueden motivar incluso remisión a unidad neonatal.
  • Postura y tono: con sólo verla acostada ya se puede sospechar si hay algún compromiso neurológico.
  • Cabeza: para ver sí las fontanelas (la mollera y otra similar que tiene en la parte de atrás de la cabeza) están hundidas o abombadas, las suturas del cráneo separadas, si hay masas o deformidades.
  • Cara: sí los reflejos oculares son normales hay presencia de lagaña o lagrimeo. Si la nariz: tiene mocos y si estos pueden obstruirla, el paladar, la implantación de las orejas, si presenta malformación o rasgo que haga sospechar alguna enfermedad congénita.
  • Cuello: en busca de masas o de tortícolis, ¡si! a veces los niños nacen con ella.
  • Como es la respiración y aprovechar para explicarle a los padres qué es normal en ella y que no.
  • CORAZON, esta parte es vital, hay enfermedades llamadas cardiopatías congénitas que pueden complicar gravemente a la bebé, algunas de ellas no dan síntomas al nacimiento y en ese primer control el pediatra DEBE escuchar los ruidos cardíacos en busca alteraciones que lo motive a solicitar estudios más profundos. 
  • Cordón umbilical: si hay enrojecimiento en la piel que lo rodea, salida de agua a través de él, si está muy mojado o cubierto.
  • Abdomen: como son los movimientos intestinales y si se ve o no barrigón (más de lo normal porque los bebés suelen ser barrigones normalmente), si hay hernias a nivel umbilical o inguinal, éstas últimas no cierran y deberá remitirse al cirujano para su manejo.
  • Genitales: comprobar que están normalmente configurados, aprovechar para revisar el esfínter anal: si está muy cerca o muy lejos de los testículos o la vulva según sea el sexo.
  • Columna: verifica que esté indemne sin masas, motas de vello o fosas sacras: unos huequitos pequeños que se buscan entre las nalgas del bebé.
  • Extremidades: busca si hay signos de displasia de cadera, observa la movilidad de brazos y piernas, si está hinchado, los pulsos y que tan rápido recuperan el color rosado las palmas de las manos y las plantas de los pies.
  • Los reflejos primitivos: serie de movimientos que el bebé debe hacer de forma automática y demuestran si hay o no compromiso del sistema nervioso.
  • Medidas antropométricas: longitud, peso, perímetro cefálico, deben compararse las mediciones de ese día con las que tuvo al nacer. En los primeros días de vida la bebé puede perder aproximadamente 7-10% del peso con el que nació.
  • El agarre y la succión del seno materno, aprovechar para explicarle a la madre como sentarse, como sostenerlo para evitar cansancio, heridas del pezón, molestias en el bebé. 


En esa primera cita se inicia un recorrido en el que una familia le abre lugar al pediatra para acompañarlos, se resuelven muchas dudas: desde como se cortan las uñas (yo particularmente le he cortado las uñas a más de 10 pacientes), como debe dormir la bebé, el uso del termómetro, los baños de sol, para que sirven la leche materna, las vacunas, la TSH neonatal, y muchas otras más.

Por eso el papá o los abuelos apenas la mamá y el bebé salen de alta deben apartar esa cita y no faltar.

2 comentarios:

  1. Muy buen blog... ahora me doy cuenta que esta cita es sumamente importante y que hay muchas cosas del bebé que el pediatra puede identificar en ella, que son importantes para su desarrollo.

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  2. Diana me alegra mucho que me visites por acá!! Muchas gracias

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