viernes, 15 de mayo de 2015

Sí mi hijo no está anémico ¿por qué debo darle hierro?

Varias mamás me han hecho esta pregunta, y es que todos crecemos con la convicción que el hierro sólo sirve para subir la hemoglobina.
Y no...
Imagen de pixabay.com
El hierro es combustible para el adecuado crecimiento cerebral, siendo su deficiencia una de las primeras causas de retraso en el neurodesarrollo, esto es fácil de prevenir pero imposible de corregir. Debido a que el cerebro crece y adquiere la gran mayoría de sus habilidades entre la concepción  y los cinco años de vida la OMS ha dispuesto una estrategia en la que tanto a las embarazadas como los niños por debajo de esa edad se les debe suplementar este mineral.

¿Pero y si alimento bien a mis hijos también debo darlo? 
Pues la deficiencia de hierro afecta países industrializados y subdesarrollados por igual lo que quiere decir que aun cuando consumimos una alimentación completa puede que no suplamos adecuadamente los requerimientos, hay que recordar que la velocidad de crecimiento en los primeros años de vida es muy alta, el cerebro nunca más crecerá así de rápido por lo que el hierro de la comida se agota rápidamente. 
Cuando la niña muestra signos de anemia ya hace mucho rato que ese cerebro ha venido sufriendo por la falta de hierro, siendo este el último signo de la deficiencia, por más que se le den cantidades industriales ya el daño en el neurodesarrollo está hecho y no puede revertirse, esto no sólo significa que demore más para caminar o hablar sino que en el futuro tendrá un mal desempeño académico. 

Entonces a cumplir con las citas de crecimiento y desarrollo para que cada 6 meses les ordenen los ciclos de hierro, y, claro está, a darle con mucho juicio la cantidad ordenada que irá aumentando conforme crezca el niño.  

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